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21 de Descerebramiento, día de la Cátedra del Doctor Faustroll.

Fundación de la Muy Elevada Sociedad 'Patafísica.

A la derecha, el diarca Contreras con una copia de las actas fundacionales escritas en espiral. En el centro, la Eminencia Gris comunicándose con el Ínclito Patacensor. A la izquierda, el diarca doctor Rodríguez sostiene las reservas de mierdra y phinanzas de la Sociedad.

Los tres patafísicos más eminentes realizan una profunda reverencia al doctor Faustroll antes de comenzar. Sus labios musitan calmadamente "HA HA".

La Muy Honorable y Megafónica Eminencia Gris da inicio a la ceremonia con unas palabras de apertura: "¡Vivan las Fuerzas Armierdras! [...] Nosotros somos los agentes de la 'Patafísica, los iluminadores de la excepción [...] (aunque a veces no)"

El diarca Rodríguez procede a leer el documento fundacional. Los otros doctores celebran con la torsión de nariz de un infortunado que pasaba por allí (previa introducción del palitroque en las onejas) y con una reverencia. Se dan tres hurras por el Doctor Ubú y se meten los dedos medio y anular en el enchufe.

La Megafónica Eminencia Gris toma de nuevo la palabra, para leer la lista completa de Comisiones, Subcomisiones y Transcomisiones Departamentales que formarán parte de la nueva Sociedad. Causan sorpresa la Comisión de Alcoholismo Decoroso y la Transcomisión Departamental para Polonia. Los demás patafísicos hace rato están dormidos.

Algunos de los asistentes no pueden contenerse más y celebran a voz en cuello.

Los patafísicos despiertan y comienza el primer intento de deposición derrocatoria (no de la otra, que fue antes de comenzar la ceremonia) de la Eminencia Gris, para apoderarse de su tesoro caracolil. Su Eminencia se defiende con el fisibastón.

Los diarcas se abalanzan sobre la Eminencia al grito de "¡MIERDRA!", al que la Suprema Oneja responde gritando "¡Por mi chápiro verde!" y "¡Cuernoempanza!". Un perro queda atrapado en la refriega. Detrás, un móvil de colorines.

La Oneja cae desfallecida a punta de golpes con el fisbastón y muere. El diarca Rodríguez toma el caracol comunicador y se proclama Rishi Patacensorial con el nombre de Rishi Rodríguez. El móvil observa impotente.

Sin mediar palabra, el caracol se queda sin batería. Los ex-diarcas, ahora Supremas Onejas (una oneja para cada quien), están desconsolados.

La noche oscura del alma.

En ese momento, la Muy Honorable Eminencia Gris despierta y les dice que sólo lo medio mataron, con lo que también puede medio vivir. Todos deciden no condenar a nadie al aplastamiento por elefantes (o cocodrilos) y celebrar la reunificación viendo el atardecer. 

Los patafísicos miran el atardecer y hacen las paces con el absurdo de la existencia. Los doctores Rodríguez y Contreras lo hacen también con el volver a sus anteriores puestos de diarcas.

Los eminentes e ilustres doctores escuchan el relato moralizante de cómo Ubú perdió Polonia. Antes de entonar la marcha de los polacos, se toman cinco minutos para aborrecer la multitudinaria (casi impúdica) asistencia al acto fundacional.

Ambos diarcas se apresuran a ayudar a la Eminencia Miguel, que es atacado por una planta que está furiosa por su aguda refutación de la botánica en Algunos acercamientos potenciales (más allá y en torno) a la Patabotánica Interrogativa. Una vez rescatado, la insulta desde lejos llamándola "vulgar monocotiledónea".

Todos corren a revisar las reservas de mierdra y phinanzas. Los diarcas montan guardia mientras Su Eminencia comprueba que están un poco menguadas.

Es el fin de la ceremonia. Los patafísicos doblan sus sábanas y se preparan para el verdadero desactivismo y el ocio agotador que ahora guiarán los pasos de la Sociedad.

Esta es una gran jornada para la 'Patafísica,
pero un pequeño paso para la Humanidad.

(¡A la mierdra la Humanidad!)

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